NINA
El
pasado domingo 20 de mayo, por la madrugada los habitantes del noreste de
Italia, fueron sorprendidos por un movimiento telúrico, que dejó como resultado
la muerte de al menos seis personas, múltiples heridos, la destrucción de
monumentos históricos y de muchas fabricas de la región de Ferrara.
La
región del noreste se encuentra entre las más pobladas e industrializadas de la
península.
Según
un balance provisional, al menos cuatro personas murieron por los derrumbes
causados por el sismo, ocurrido a las 04H04 locales (02H04 GMT), cuya magnitud
fue revisada de 5,9 a 6 y con epicentro localizado a unos 5 km de profundidad
en Finale Emilia, 36 km al norte de Bolonia, provincia de Módena.
Entre
los fallecido se encuentran, cuatro obreros que se refugiaban en las sedes de
las fábricas en las que trabajaban. Uno de ellos es un marroquí de 29 años,
quien murió al desplomarse un deposito de una fábrica de poliestireno en Ponte
Rodoni di Bondeno, en Módena. Los otros dos son italianos que trabajaban en una
fábrica de cerámica en San'Agostino, Ferrara, una de las localidades más
afectadas. El cuerpo de un cuarto
obrero, que se encontraba dentro de una herrería, fue hallado por los bomberos
atrapado entre los escombros de la fábrica Tecopress de Ferrara.
Otras
dos personas, una anciana de más de cien años y una mujer de 37 años, de nacionalidad
alemana, murieron por un ataque al corazón producido por pánico.
El
inmenso patrimonio cultural de la región sufrió "notables daños",
según una nota del ministerio para los Bienes Culturales, que registró
desprendimientos y grietas en varias iglesias importantes de Ferrara, entre
ellas la de San Carlo y de Santa María in Vado.
Unas
50 personas resultaron heridas en la región de Ferrara, aunque ninguna de
gravedad.
Se
calcula que unos 3 millones de italianos residen en zonas sísmicas de alto
riesgo, según cálculos de los geólogos.
NINA/Kenia Martínez
LA
PRENSA/ROMA/AFP/ROMA, ITALIA/ AFP/ EL NUEVODIARIO.COM.NI /GLOBO
No hay comentarios:
Publicar un comentario