NINA
En el departamento de Madriz, región central de Nicaragua, la población se
prepara contra el mal de Chagas, lo que ha generado que en Totogalpa, municipio
de Madriz, la población haya realizado una batalla comunal contra esta especie,
declarado a la ciudad como libre de este
mal.
El mal de chagas es provocado, por dos especies de chinches, la Triatoma
dimidiata y la Rodnios prolixus, es por eso que en las escuelas de este
municipio han elaborado murales de prevención en el que usan como lema, sin
chinches no hay chagas.
En los murales se destacan dibujos de las peligrosas chinches y una
exhortativa dirigida a la población local: “Captúralo, el chinche mata”.
También hay unas tablas que informan sobre las capturas de chinches por parte
de los pobladores de las diferentes comarcas.
Un total de 27 insectos fueron capturados por los pobladores desde febrero
hasta la fecha, la presencia de la Triatoma dimidiata sobresale en las comarcas
de Matasano, en cuatro de las 63 viviendas; en cinco de 136 viviendas en
Quebrada Grande; en tres de 55 casas en Mojón No. 1, y en dos viviendas de las
64 de la comarca Mojón No. 2.
Maestros y alumnos
trabajan contra las Chagas
A 20 kilómetros de la
cabecera municipal, de Totogalpa, siempre en el departamento de Madriz, región central
de Nicaragua, los estudiantes de primaria y secundaria, capturan a los chinches
para luego entregarcelos a sus maestros, esto como parte de la lucha que se
tiene en estas localidades por combatir el mal de chagas, que en épocas anteriores
les ha afectado mucho.
Yáder López González, de
9 años, salió corriendo hacia unos matorrales cercanos a su vivienda y regresó
luego con una bolsa plástica donde mantenía encerrados dos insectos de color
café oscuro. “Los agarré en la milpa, porque nos ha dicho la maestra
que los llevemos a la escuela”, dijo sonriente el pequeño, quien estaba
acompañado de dos hermanitos y una hermanita. Al preguntarle qué sabía sobre
esos insectos, Yáder explicó que chupan sangre y producen una enfermedad que
mata a la gente.
Médicos que nos
“abrieron los ojos”
Los habitantes de estas
comarcas marginales de Totogalpa, repiten el nombre de Médicos Sin Fronteras, a
quienes les agradecen por “abrirles los ojos” para reconocer la realidad sobre
esta enfermedad.
“Gracias a ellos es que
nos dimos cuenta de que esas chinches eran malas. Cuando era una chigüina, las
miraba en la casa y no les hacíamos caso. Mi papá guardaba el maíz en trojas y
de allí salían esos insectos, que los mataba con un veneno que llamaban DDT”,
afirma.
José Víctor López
González, en su calidad de promotor de salud en la comarca El Matasano, visita
con otros brigadistas las 70 casas de la comarca, para recordarles las medidas
de higiene en el hogar y prevenir el accionar de las chinches.
“Les hemos dicho a las
familias que capturen las chinches que encuentren en su casa, las agarren
vivas, las metan en una bolsa para llevarlas al Centro de Salud. De ahí las
mandan al laboratorio para saber si tienen el mal”, explica con una cartulina
en la mano, donde están graficadas las diferentes fases de desarrollo del
insecto, tanto del Triatoma dimidiata como del Rodnios prolixus, de vida más
silvestre y más escasa.
NINA/ Wiston Lopez
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