NINA
El motín que llevaron a cabo algunos reos del sistema penitenciario Puertas
de la Esperanza, en Estelí, departamento del norte de Nicaragua en febrero de
este año, dejó en evidencia la crítica situación en la que están las
penitenciarias del país y las celdas preventivas de la Policía Nacional.
El pasado 21 de marzo, también reos
de las celdas policiales de Juigalpa, Chontales, departamento de la región
central del mismo país , iniciaron una protesta; en esta ocasión reclamaban su
traslado a la cárcel del Sistema Penitenciario Nacional, SPN, pues los
individuos de dicha celdas preventivas, alegaban ya estar sentenciados, pero el
SPN no les recibe, por supuesta falta de capacidad.
Según Denis Báez, representante a cargo de la filial en Juigalpa del centro
Nicaragüense de Derechos Humanos, los reos impedían el acceso de los oficiales
a las celdas, sonaban los candados e incluso quemaban sus ropas a modo de
protesta. Báez y jueces locales participaron como mediadores entre presos y
autoridades.
Las celdas preventivas de la policía
de Juigalpa tiene capacidad para albergar 50 personas como máximo, pero
actualmente habían 170 detenidos.
Los detenidos estaban durmiendo en amacas hechas con sus sabanas por falta
de camas y también estaban siendo privados del beneficio establecido por la ley
de cumplir su condena en un SPN.
NINA/Kenia Martínez
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