NINA
Foto/EFE |
La idea del estudio
surgió en los investigadores de la Universidad bonaerense de Quilmes quienes se
encargan de combatir las hormigas de las especies Solenopsis ritcheri y
Solenopsis invicta, las cuales afectan gran parte del territorio
estadounidense.
Las cientos de moscas
enviadas fueron recibidas por científicos de la Universidad de Texas, en
Austin, quienes las esparcieron por las zonas más afectadas para detener el
avance de las hormigas, originarias de Argentina y dañinas para insectos
nativos de EE.UU, especies vertebradas y personas alérgicas.
"Se han establecido
perfectamente. Se dispersan de una manera muy rápida, lo cual es muy positivo
desde el punto de vista del control. Además, no se hacen plaga porque, cuando
baje la población de hormigas, bajará también la de las mosquitas, porque no
van a tener tanta comida", precisó Patricia Folgarait, una de las
científicas a cargo del proyecto.
La científica añadió que
"si hay una presión de fóridos, es decir muchos atacando todo el
tiempo", las colonias de hormigas se debilitan.
"Disminuye la
cantidad de proteínas dentro de la colonia y también la cantidad de huevos que
produce la reina", detalló.
NINA/Eliázar Sánchez.
Fuentes/ EFE, Emisoras Unidas
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